La cuenta conjunta: ¿cuándo tiene sentido?
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- Con una cuenta conjunta, parejas o compañeros de piso comparten gastos en una sola cuenta bancaria.
- Hay diversos tipos de cuentas conjuntas para escoger. Una cuenta indistinta es adecuada para familias, mientras las cuentas mancomunadas y subordinadas se ajustan mejor a las necesidades de empresas.
- Antes de decidirte por una cuenta de titularidad compartida, debes considerar cuidadosamente los pros y los contras.
- Un modelo de tres cuentas puede ser una alternativa prudente.
En una pareja se comparte mucho, especialmente al vivir juntos. Pero, ¿también es cierto cuando hablamos de finanzas? ¿Cuándo tiene sentido abrir una cuenta conjunta para gastos y qué debemos tener en cuenta? Te enseñamos las ventajas y desventajas, además de alternativas.
El día a día puede convertirse en un estrés muy rápidamente. Equilibrar el trabajo, la familia, las amistades y las aficiones es a menudo un auténtico reto. No es de extrañar que no quieras hablar de dinero con tu pareja por las noches. Pero, especialmente si compartes el alquiler y otros gastos fijos, no puedes evitarlo. Una cuenta conjunta te da una mejor perspectiva (y además te ahorra algunas discusiones).
Qué es una cuenta conjunta?
Una cuenta conjunta no es más que una cuenta corriente con al menos dos titulares. No importa si vives en pareja, estás casado o compartes piso. Cada persona tiene acceso a la cuenta bancaria y puede hacer uso del dinero depositado. Así, los gastos comunes, como el alquiler, la electricidad, seguros, comida o vacaciones, son compartidos.
¿También estás pensando en abrir una cuenta conjunta? No estás solo. Según un estudio de Finect realizado en 2020, el 44’5% de los encuestados reconoce la necesidad de separar gastos individuales y comunes, y el 28’5% asegura tener una cuenta bancaria compartida.
¿Qué tipos de cuentas existen?
A la hora de compartir una cuenta bancaria en España, normalmente puedes escoger entre tres tipos: la cuenta indistinta o solidaria, la cuenta mancomunada o la cuenta subordinada. Pero, ¿cuál es la diferencia?
En el caso de una cuenta indistinta o solidaria:
- Puedes retirar dinero o hacer transferencias de forma independiente.
- No necesitas consentimiento mutuo. La confianza es la clave.
- Tienes flexibilidad y puedes actuar de forma directa.
- Los titulares son responsables de posibles deudas.
En cambio, en la cuenta mancomunada:
- Cada titular debe tener la autorización del resto para realizar operaciones.
Por último, en la cuenta subordinada:
- Los titulares tienen capacidades de decisión diferenciadas.
- Los titulares de nivel superior no necesitan la autorización de los demás para realizar operaciones.
Las cuentas indistintas son adecuadas para parejas o familias, mientras que las mancomunadas o subordinadas son más adecuadas para prevenir fraudes en empresas u organizaciones, aunque necesitan de más tiempo y papeleo.
Las cuentas compartidas no sólo ahorran tiempo, sino que también son más claras, transparentes y por lo tanto justas – sin embargo, también tienen su lado menos positivo. Las desventajas deben por lo tanto ser consideradas y discutidas antes de abrir una cuenta conjunta.
Las principales desventajas incluyen:
1. Descubierto: en una cuenta indistinta o solidaria, sin consentimiento mutuo, una persona puede sobregirar la cuenta en el peor de los casos. Todos los titulares son responsables de las deudas que puedan surgir.
2. Transparencia completa: el hecho de que los ingresos y gastos sean visibles para todos los titulares puede resultar extraño para algunas personas. La confianza total y una comunicación clara son cruciales en este sentido.
3. Cuidado con los impuestos: para la administración fiscal, los titulares son dueños de los fondos de la cuenta a partes iguales. No obstante, se puede aclarar que una parte tiene más fondos que la otra y señalar que el saldo no se divide a la mitad entre ambos.
4. Problemas ante la separación o el divorcio: si no se ha aclarado previamente, los fondos de la cuenta se dividen a partes iguales en caso de divorcio. Sin embargo, la situación se puede complicar si alguien vacía la cuenta antes.
Como organizar tus finanzas conjuntas
Ahora que ya conoces los tipos de cuenta con sus ventajas y desventajas, debes prestar mucha atención a las condiciones. Piensa qué es importante para ti y tu compañero. Algunos elementos a considerar pueden ser las comisiones o la disponibilidad de oficinas cercanas según la entidad. Una vez que hayas aclarado los puntos más importantes, puedes abrir una cuenta corriente de titularidad compartida.
Consecuencias en el caso de cancelación o muerte
Si estás pensando en cancelar la cuenta conjunta, hay varias cosas que debes considerar. Todos los titulares deben acceder a la cancelación y firmarla. Una excepción sería si una de las personas fallece. En esta situación, las personas con derechos de herencia normalmente se quedarían con una parte del balance. Puede ocurrir que se queden la mitad del dinero, incluso si una de las personas titulares ha aportado más. Es por lo tanto aconsejable explicitar a quién corresponde cada porcentaje del dinero, especialmente si no todo el mundo aporta lo mismo.
El modelo de tres cuentas: ¿la solución óptima?
Una cuenta conjunta no es adecuada para todas las parejas. Una alternativa puede ser el modelo de tres cuentas. Pero, ¿qué significa esto? Al contrario que en una cuenta conjunta, cada persona tiene una cuenta individual además de la cuenta compartida. Los gastos comunes se pagan a través de la cuenta conjunta y el salario, los planes de pensiones u otros gastos son gestionados mediante las respectivas cuentas personales.
Así también te puedes organizar de forma flexible con tu pareja o compañero. ¿Se divide cada sueldo individual a partes iguales en la cuenta común, aunque alguien gane más, o se reparte de forma proporcional? Decidas lo que decidas, el modelo 3 cuentas es una forma cuidadosa y transparente de gestionar tus finanzas personales y compartidas.