Consumo consciente: Compra sostenible sin cargo de conciencia

|

Dos mujeres jóvenes de compras – Consumo consciente y sostenibilidad
Los datos más importantes sobre sostenibilidad y consumo consciente

Tiempo de lectura: aprox. 6 minutos

  • Si quieres que tus opciones de consumo sean más sostenibles, lo primero es cuestionar tu propio consumo. A menudo hay muchas cosas en nuestro día a día que podemos hacer de forma más sostenible para ser iniciadores del cambio.
  • La ropa de usar y tirar o "fast fashion", los productos cárnicos baratos y los objetos hechos de plástico son lastres para la naturaleza, y en el largo plazo también para tu bolsillo. Incluso si te parecen increíblemente baratos en un primer momento, no te compensan a nivel económico porque duran menos y tendrás que gastar más en el largo plazo.
  • Las personas que optan por productos de más calidad, condiciones de producción más justas y por apoyar a la economía local, reducen su impacto ecológico y trabajan activamente para lograr la sostenibilidad y la justicia social, además de su propio bienestar.
  • Tener demasiadas cosas materiales puede ser perjudicial para ti: compra de forma consciente, infórmate y reflexiona sobre tu propia alimentación, y la forma en la que gestionas tus prendas de vestir y el resto de los objetos que adquieres.
  • En vez de gastar dinero en supuestas gangas y ofertas especiales, ahorra para comprar algo con significado para ti. Pueden ser unas vacaciones con tus seres queridos, una actividad que te resulte interesante o incluso guardar ahorros para más adelante.

Las ofertas especiales están por todos lados: Black Friday, Cyber Monday y demás fechas similares intentan atraparte con chollos a buen precio. A veces nos resulta difícil comprar solo lo que realmente necesitamos. El consumo sostenible no solo es bueno para el medio ambiente, sino también para tu bienestar personal, y te permite tener más dinero para las cosas que realmente importan.

Probablemente hay un buscador de chollos en cada uno de nosotros. No podemos evitarlo: los psicólogos han descubierto que comprar productos de oferta activa la parte del cerebro que gestiona las recompensas, haciéndonos sentir bien. Afortunadamente el consumo sostenible está cada vez más en auge en nuestra sociedad. El comercio justo y los productos orgánicos no son términos que nos sean ajenos, y más y más gente joven está prestando atención a la forma en la que compran y consumen.

Cómo una sociedad basada en el ‘usar y tirar’ contamina nuestro medio ambiente

El hecho es que los recursos del planeta son limitados. Más y más gente consume más y más, y cada vez más rápido… y nuestro medio ambiente sufre como resultado de este consumo. La industria está constantemente produciendo, tan rápido y barato como les es posible, para ser capaz de cubrir las necesidades de una población mundial que no para de crecer.

Las campañas con descuentos y las ventas flash llevan los productos al consumidor de forma aún más rápida. Sin embargo, las ventas hechas de forma acelerada de productos que en realidad no se necesitaban, o los productos baratos con una esperanza de vida más corta acaban en la basura aún más deprisa. ¡Un círculo vicioso!

Rápido, muy rápido, rapidísimo, o la "moda rápida"

La "moda rápida" o "fast fashion" son esas prendas de ropa baratas que no duran más que unos pocos lavados.  Estos productos pueden encontrarse en las tiendas solo unos días después de que una tendencia se ponga de moda. Y poco tiempo después aparece una nueva moda y con ella la siguiente colección, y estas prendas deben ser desechadas.

Las grandes marcas de moda, y las empresas de moda rápida como Zara lanzan hasta 24 colecciones cada año. La ropa está convirtiéndose en algo cada vez menos duradero, un producto de usar y tirar.

En todo caso, no es ninguna sorpresa que el impacto global en el medio ambiente de las fábricas produciendo prendas sin descanso sea enorme. El resultado: microplásticos y químicos que entran en el ciclo del agua.

Las materias primas destinadas a la producción de ropa se importan desde cualquier parte del planeta. Lo más importante es que estas materias primas sean baratas, por lo que serán producidas en el país con menor coste, y después trasladadas a los países compradores. Todo excedente que no se ha vendido se tira a la basura después de un corto tiempo, porque la siguiente colección está a la vuelta de la esquina.  

Las grandes cadenas textiles en particular desechan grandes cantidades de ropa. De los 80 billones de prendas producidas cada año, ¡el 86% acaba en la basura! Sin embargo, hacen falta décadas hasta que los materiales se descomponen.

La próxima vez que quieras comprar ropa barata, asegúrate de que conoces el proceso de producción hasta que ha llegado a la tienda: pueden ocurrir que en él participen desde trabajadores explotados en países del tercer mundo, a una ruta de transporte larguísima, solo para vender una prenda por unos pocos euros.

Desafortunadamente, la producción en masa hace que la calidad disminuya: Debido a las materias primas baratas, las prendas normalmente no duran mucho, por lo que tienen que reemplazarse cada poco tiempo.

Mujer joven probándose ropa

En el largo plazo no puedes escapar a la consecuencia de tener que comprar algo nuevo cada poco tiempo. Por ello, es mejor invertir en productos de buena calidad que puedas disfrutar durante más tiempo.

¿Qué significa consumo consciente?

Si quieres vivir de forma sostenible, no puedes evitar tener que pararte a examinar tus hábitos de consumo y tu conducta de compra. El consumo consciente significa sobre todo comprar de forma más selectiva y estar atento a las condiciones sociales y ecológicas de producción de cada producto.

Comprando menos frecuentemente y siendo más consciente de la calidad, adquirirás productos de mayor duración para tu hogar. Si cuidas tus cosas y reparas las que se rompan en lugar de comprar productos nuevos, ahorrarás en el largo plazo a pesar de haber pagado más en el momento de la compra.

El consumo consciente también pasa por una alimentación consciente. Así, tiene sentido investigar sobre la producción de nuestra comida y adaptar nuestro consumo. ¡Apoyar el producto local y las granjas orgánicas no es solo más sostenible, sino también más saludable!

Dos mujeres jóvenes de compras

El consumo consciente y sostenible reduce los deshechos y la contaminación del medio ambiente. Una gran cantidad de devoluciones de las ventas hechas a través de Internet simplemente se destruyen, porque es más barato que volver a etiquetar y empaquetar los productos.

Los productos no vendidos de viejas colecciones también son desechados, tanto en las tiendas tradicionales como en los comercios online. Poco espacio de almacenaje, tendencias que cambian demasiado rápido y constantes cambios en las colecciones de ropa fuerzan a los vendedores a literalmente quemar productos aún nuevos.

Lo bueno es que aquellos que consumen de forma más consciente (y por consecuencia consumen menos) no solo están haciendo algo bueno por el medio ambiente, sino también por ellos mismos. Las personas que le dan valor a la sostenibilidad y al consumo consciente viven vidas más sanas y más felices.

Viviendo y consumiendo de forma más sostenible

A la hora de acabar con las pobres condiciones de producción y la contaminación medioambiental, se necesitan mejores regulaciones y directrices para la industria. Pero incluso tu impacto como consumidor individual puede suponer una gran diferencia implementando algunos pequeños cambios. El consumo sostenible hace que tus contribuciones individuales tengan un impacto en el medioambiente. 

Bienes de segunda mano, productos reciclados o intercambio de ropa: ¿por qué no ir a un mercadillo y dar un nuevo hogar a viejos tesoros? También hay numerosas plataformas en Internet para comprar productos usados pero que todavía merecen la pena.

Cuando vayas de compras, tiene sentido centrarse en productos de calidad y apoyar marcas que conscientemente producen de forma sostenible. Ya sea con materiales reciclados, algodón orgánico o productos provenientes del comercio justo. De esta forma, cualquier persona que de forma consciente busque productos fabricados de forma ecológica, está contribuyendo activamente a mejorar la situación.

Hay una serie de sellos y etiquetas diseñados para ayudar a los consumidores a identificar los productos sostenibles y justos. Búscalos cuando estés comprando comida: muchos productos en el supermercado no tienen ninguna relación con idílicos pastos de vacas o campos de flores. La carne es en particular producida de forma barata bajo las peores condiciones para después ser importada. ¿Sabías que gran parte de los zumos de naranja disponibles provienen de Sudamérica, de monocultivos nocivos para el medio ambiente, y con trabajadores con salarios muy bajos?

Familia comprando en un supermercado

Lo peor es que 1,3 miles de millones de toneladas de comida acaban en la basura cada año en el mundo. ¡Esto es un tercio de toda la comida producida! Por eso, es mejor planear la comida que vas a necesitar con antelación y no comprar de más.

Cómo reducir los residuos

Cada año, acumulamos multitud de objetos que no necesitamos. Quizás conoces ese sentimiento de haber acumulado tantas cosas en casa que te producen más apatía que alegría.

Es a menudo liberador simplemente limpiar y donar todo aquello que ya no necesitamos. Después puedes tomarte tiempo para revisar tus propios hábitos de consumo, y no solo en lo relacionado con la compra de prendas de vestir.

La tendencia al minimalismo está de moda

La creciente tendencia al minimalismo también muestra cómo de liberador es tener una casa bien ordenada. Ya sea Marie Kondo o tener un " Capsule Wardrobe "– armarios simplificados y con pocas prendas que combinan entre sí – los consejos y los nuevos términos abundan por doquier. La regla es sencilla: ¡pocas cosas, pero de más calidad!

Por supuesto, hacer limpieza cada año no es suficiente. El consumo sostenible en el largo plazo es mucho más importante. Ya sea moda, decoración, electrodomésticos o juguetes, la mayoría de los consumidores tienen más productos de los que son capaces de usar.

Si vives una vida sin objetos prescindibles y compras solo lo que realmente necesitas, no solo vivirás más tranquilo, sino que también tendrás menos trabajo limpiando, viajando o mudándote de casa.

Consejos para el consumo sostenible

¿Y cómo se aplica esto al siguiente Black Friday? Por supuesto que puedes comprar y no tienes que abstraerte completamente de esta fecha. Sin embargo, siguiendo unos pocos consejos puedes conseguir gangas con la conciencia tranquila.

  • Más es menos. ¡Lo que cuenta es la calidad, no la cantidad! Cuando compres nuevas prendas de ropa u otros productos, decántate por aquellos más duraderos pero de calidad. Esto no solo hará tus compras más sostenibles, sino que te hará ahorrar dinero en el largo plazo, porque no tendrás que comprar de nuevo en un largo tiempo.
  • Piensa sobre lo que realmente necesitas antes de ponerte a comprar. Adquirir un producto solo porque está en oferta no tiene sentido, y no te aportará bienestar en el largo plazo.
  • Las compras espontáneas son tentadoras porque nuestro sistema de recompensas cerebral se activa de forma inmediata, lo que nos produce bienestar. Es beneficioso consultar una compra con la almohada, o al menos dar un pequeño paseo antes de decidir si comprar o no. A menudo te darás cuenta de que puedes no necesitar esa nueva camiseta o ese candelabro de diseño tanto como creías.
  • Cuando compres comida, no adquieras más de lo que puedes consumir. Además, opta por productos de temporada, a poder ser locales y orgánicos. ¡Son más saludables y saben mejor!
  • Madera, algodón y otros materiales naturales son mejores que el plástico, ya sea en juguetes, utensilios de cocina o moda.
  • Adquiere productos que no pasen de moda, en lugar de tendencias de moda efímera. Especialmente cuando se trata de muebles y ropa, lo que se lleva cambia muy rápidamente...
  • ¡Slow fashion en vez de fast fashion! Apoya a productores sostenibles y compra productos justos y que provengan de la economía local. ¿Quizás hay prendas textiles que se confeccionan localmente? ¿O productos creados por negocios locales? ¡Investiga!

Algunos estudios muestran como más y más gente se enfoca en el consumo consciente y sostenible. La mayor demanda por productos sin empaquetado, cosméticos sin microplásticos, comida libre de pesticidas y prendas de ropa confeccionadas de forma justa no ha hecho más que empezar.

Lo bueno es que al final no solo estás contribuyendo a que exista más justicia social y mayor sostenibilidad. Además, estás usando tu dinero de forma más consciente y sensible para otras cosas: por ejemplo para pasar más tiempo con tu familia y tus amigos.

Es también una buena idea ir poniendo dinero en un plan de pensiones, y de esta forma ir ahorrando para el futuro. O puedes invertir el dinero que has ahorrado de forma inteligente para poder cumplir un deseo más grande en algún momento.

¿Necesitas invertir bien tu dinero y ahorrar para el futuro?

Un consultor financiero estará encantado de echarte una mano con tus finanzas, e informarte sobre las mejores opciones de inversión.

Léelo también:

La bombilla se enciende y consume electricidad - Consumo de energía

| OVB Allfinanz España S.A.

El aumento del precio de la luz: Cómo ahorrar dinero en la factura de la electricidad

La actual crisis energética y el aumento constante de la inflación en Europa hacen que los precios suban considerablemente, sobre todo los de la energía. Para estar bien preparado para los próximos meses de invierno, hay algunas cosas que puedes hacer en casa. Incluso las medidas más sencillas pueden ayudarle a reducir los gastos en calefacción y ahorrar mucha energía. Aquí encontrarás todos los consejos y formas de reducir tus consumo energéticos y de electricidad.

Joven en la mesa con un smartphone, un cuaderno y documentos para llevar el libro de cuentas del hogar.

| OVB Allfinanz España S.A.

Lleva un libro de cuentas: Cómo poner tus finanzas al día

En el ajetreo de la vida cotidiana, muy pocas personas saben exactamente cómo van sus finanzas. Un libro de cuentas te ayuda a llevar un control de tus ingresos y de tus gastos. Lo bueno es que llevar un libro de cuentas no es para nada difícil. No necesitas ser un experto/a en contabilidad; una vez hayas dado el primer paso, solo tienes que seguir haciéndolo.