Sin fronteras - Carrera internacional en OVB

Árpád Horváth es un consultor financiero húngaro de OVB que se trasladó a Francia en 2016 para desarrollar su negocio. Este valiente paso no fue fácil, especialmente al principio, pero al final dio sus frutos. Hoy en día, Árpád es un empresario de éxito, que vive su sueño y no se arrepiente de su decisión ni un segundo.

¡Nada se arriesga, nada se gana!

Como consultor financiero en Hungría, Árpád sintió en algún momento que su país de origen no ofrecía suficientes oportunidades de desarrollo. El mercado húngaro era simplemente demasiado pequeño para Árpád, que siempre había sido ambicioso y confiado, y comenzó a buscar otras opciones. "Fue una coincidencia que hablara con un compañero sobre la mudanza a Francia. En aquel momento, el mercado del asesoramiento financiero en Francia aún no estaba muy desarrollado, por lo que vimos en él un enorme potencial y el lugar ideal para el desarrollo personal», explica Árpád. Así pues, aprendió francés, empezó a viajar a Estrasburgo cada mes durante unos días para establecer allí los primeros contactos. En 2016 se trasladó a Estrasburgo definitivamente.

Un comienzo difícil

Sus primeros clientes tenían que consultarle en inglés, porque su francés aún no era lo suficientemente bueno. Este fue el primer reto, por lo que tuvo que abandonar su zona de confort en numerosas ocasiones antes de llegar a consolidarse en Francia. Sin embargo, esto no le desanimó, sino todo lo contrario. Este entorno adverso le animó a obtener mejores resultados. Se desarrolló profesionalmente y logró crear su propio equipo. Desde su punto de vista, pudo conseguirlo gracias a que OVB ofrece el espacio adecuado para el desarrollo de sus consultores. «Lo mejor de mi trabajo es ser mi propio jefe y no tener que rendir cuentas a nadie».

¡Piensa en grande!

Aunque Árpád se siente satisfecho, aún está lejos de alcanzar todos sus objetivos. Su plan y su visión son claros: quiere seguir creciendo. Y, quién sabe, tal vez Francia no sea el último país en el que se expanda. Gracias a OVB, esto es posible. «Si mañana quiero ir a Suiza, puedo construir un equipo allí. Si deseo empezar en Italia o Rumanía, o si quiero regresar a Hungría, puedo hacerlo. En mi opinión, esta flexibilidad es una de las grandes ventajas de la colaboración con OVB, que los jóvenes aprecian especialmente».