Para Eduardo Payá es importante enfocarse diariamente, vivir el negocio de una manera muy profesional y llevarlo a un nivel más personalizado.
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Hablamos con Eduardo Payá Monje, que acaba de ser reconocido como “Mejor Producción Propia” en el ranking del mes de junio. Este reconocimiento es el resultado del esfuerzo, la confianza y la perseverancia.
¿Cuál es tu próximo reto?
- Mi próximo reto dentro de OVB a nivel equipo es el crecimiento personalizado en el plan de carrera de cada persona de mi equipo. Ayudarles a transmitir la pasión con la que yo vivo esta oportunidad y la responsabilidad que implica este negocio. Enfocarse diariamente y vivir el negocio de una manera muy profesional y llevártelo a un nivel más personalizado. Y de manera particular mantenerse, ya que lo difícil no es llegar sino mantenerte en esa situación de humildad dentro del triunfo y trabajo constante.
Nombra tres razones por las que animarías a alguien a pertenecer a OVB.
- Como el propio nombre de la empresa:
Oportunidad (Única): No conozco ninguna empresa u oportunidad emprendedora con las facilidades que te da el holding y creo que es innegociable poder rechazarla. Puedes formarte y aprender cosas nuevas y tienes desafíos constantes.
Valores (Formación y experiencia muy profesional): Te enseña muy prematuramente a desarrollarte en un sector que implica mucha experiencia para crecer y asentarte. Es un aspecto que valoro mucho ya que vas aprendiendo y mejorando tu formación y experiencia a lo largo de tu trayectoria profesional.
Bienestar (Posibilidad de solucionarte la vida en 10 años): Poder vivir tu vida como decidas y disfrutar de la parte que más tiempo echamos en nuestras vidas como es el trabajo.
Pasártelo bien y ser feliz mientras te desarrollas.
¿Qué fue lo que te motivó a comenzar tu carrera en OVB Allfinanz?
- El hecho de que todo es meritocrático y depende única y exclusivamente de ti. Valoras de otra manera tu esfuerzo y tu tiempo, ya que eres tu propio juez.
Eres dueño de tu futuro.
Esto supone que cualquier persona puede desarrollarse por igual venga de donde venga y tenga lo que tenga; así todo el mundo empieza con las mismas condiciones.