¿Cómo puedo calcular mi jubilación?

|

Para poder acceder a una pensión pública de jubilación hemos de haber cotizado un mínimo de 15 años. En nuestro país, el sistema público de pensiones es contributivo por lo que cuanto más hayamos aportado con nuestros años cotizados, a partir de esos 15 años mínimo, más podremos recibir en nuestra pensión.

El mínimo de pensión pública de 15 años cotizados supone percibir el 50% de la base reguladora, que se calcula sumando las bases de cotización del trabajador durante los últimos 21 años, aunque solo serviría para los que se jubilan este año, ya que se tiene previsto ir elevándolo hasta los 25 años en 2022. Obviamente, el porcentaje de la base reguladora va incrementándose según aumentan los años cotizados.

Puede darse la circunstancia que por haber percibido bajos salarios o trabajo medias jornadas, la base de cotización no llegue al mínimo establecido por ley, por lo que en este caso el Estado complementaría la pensión, algo denominado complemento a mínimos. De este modo, la base de cotización mínima en este 2018 es de 858,60 euros al mes para el régimen general.

También podría darse el caso de que la cotización durante la vida laboral de determinada persona haya sido tal que supere el máximo delimitado por ley. En este caso, la pensión no podrá superar ese máximo y el trabajador perderá parte de las contribuciones que ha ido destinando durante su vida. La base de cotización máxima está estipulada en 3.751 euros al mes.

 La jubilación de los autónomos

Según afirma la Federación de Trabajadores Autónomos, la prestación por jubilación es un 45% menor a la pensión de un trabajador por cuenta ajena. De hecho, la base mínima en 2018 para este colectivo se sitúa en 919,80 euros. Para el cálculo intervienen conceptos como la edad de jubilación, que con el concepto “carrera laboral completa ante la Seguridad Social”, se determina en 38 años y seis meses; los años cotizados y la cuantía a percibir que, de forma similar a los trabajadores por cuenta ajena, varía desde el 50% de la base reguladora -por mínimo de 15 años cotizados- hasta el 100% por 37 años.

Ante este escenario cambiante y con restricciones, es recomendable hacer pequeñas aportaciones para asegurar nuestro futuro y nuestra tranquilidad tras una vida de trabajo. La mejor solución es ponernos en manos de consultores financieros respaldados por una empresa sólida, con presencia internacional y años de experiencia. Nos podrán ofrecer soluciones compatibles con las prestaciones públicas que además nos reportarán ventajas fiscales.

Un ejemplo son los Planes Individuales de Ahorro Sistemático (PIAS), un cómodo plan de ahorro destinado a complementar la pensión de jubilación y que, dependiendo del tiempo transcurrido desde la primera aportación y de la edad del cliente, permiten disfrutar de reducciones fiscales de entre el 60% y 92%.

Los PIAS son solo uno de los múltiples productos que los consultores financieros cuentan en su cartera para ofrecer a sus clientes la mejor planificación financiera y asegurar su futuro y su tranquilidad.