Educación financiera

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1. Predica con el ejemplo

Es más fácil que los niños asimilen un comportamiento porque lo vean, que porque lo entiendan. Si los padres son los primeros que actúan de forma responsable, los más pequeños imitarán ese comportamiento. Hay que predicar con el ejemplo.

Enséñales a distinguir las compras necesarias de las superfluas o explícales que, en ocasiones, debemos ahorrar para adquirir algo deseado. Instrúyeles a comparar precios, a gestionar el dinero para todo el mes o a comprender la economía familiar siendo partícipes de la misma.

2. Fomenta el ahorro

Fomentar el ahorro para poder adquirir algo puede convertirse en una experiencia positiva, pero fomentar el ahorro como experiencia de vida puede ser aún más gratificante para el día de mañana.

Los más pequeños necesitan ver con sus propios ojos cómo sus ahorros van creciendo. Esta acción se puede materializar con una hucha transparente o un dibujo donde se pueda mostrar gráficamente el crecimiento. Comenzar con objetivos alcanzables y posteriormente fijar plazos más largos ayuda a motivarles en su día a día, incluso ayudándoles con pequeños incentivos para que alcancen antes su meta.

La paga puede ser un buen ejemplo de independencia financiera y un ejercicio para enseñarles a gestionarse, siempre que no lo vean como un premio, si no como una oportunidad.

3. Su primera cuenta bancaria

Abrir una cuenta bancaria tiene como objetivo principal ahorrar y a ser responsables con sus ingresos y gastos. La labor de los padres será la de animarlos para que sigan realizando ingresos de forma regular. Comprar el producto anhelado con su propio dinero es una experiencia muy beneficiosa para la autoestima de un niño.

Los consultores financierosde OVBAllfinanz saben que el mejor momento para empezar a ahorrar es cuanto antes. Obviamente, adquirir este hábito les permitirá afrontar pequeños desembolsos, liquidar antes de tiempo su hipoteca o hacer frente con mayor garantía a su jubilación, cuando alcancen diferentes etapas de su vida. 

Si queremos comenzar con esta práctica en nuestra etapa adulta es buena opción ponernos en manos de consultores financieros que nos ayuden no solo con nuestro ahorro, sino a diseñar toda una planificación siempre a la medida de nuestros objetivos y necesidades.

Los mejores consultores financieros son aquellos que además de un amplio nivel de formación y conocimientos sobre los mercados, cuenten con el respaldo de una multinacional líder en el asesoramiento financiero, con una amplia trayectoria y acuerdos con las principales instituciones financieras y aseguradoras.